Reforma
Educativa: una alternativa para
mejorar
la calidad de los aprendizajes.
Observar
la realidad en toda su complejidad es un factor muy importante si se quiere
comprender el escenario en que se está viviendo. “Sin su polo contradictorio de
la simplicidad, la complejidad aparece como la distancia cada vez más creciente
entre el ser humano y la Realidad, introduciendo una alienación autodestructiva
del ser humano, inmerso en el absurdo de su destino” (Morín, 1996:44).
Con
base en lo anterior, las razones por las que es necesaria una reforma educativa
son connaturales al avance de la investigación educativa y a la evolución de
las diversas disciplinas científicas, pero sobre todo, con esta reforma se
busca crear una gran oportunidad para mejorar la calidad de nuestro sistema
educativo nacional y todas ellas tienen que analizarse desde la complejidad de
la que forman parte, es decir integrar cada una de estas en el entramado de
relaciones que dan forma al Sistema Educativo.
La Reforma
Educativa en Educación Básica, forma parte de la política educativa nacional
con la que se busca el proyecto de articulación curricular, el cual inició con
la reforma de preescolar en 2004, continuó con la de secundaria en 2006 y en
2009 en educación primaria, este proyecto de reforma está orientado a elevar la
calidad de la educación y a que los estudiantes mejoren su nivel de logro
educativo, cuenten con medios para tener acceso a un mayor bienestar y contribuyan
al desarrollo nacional.
Perfil
de egreso de la Educación Básica.
El perfil de egreso de la educación básica juega un papel
muy importante en el proceso de articulación de los tres niveles (preescolar,
primaria y secundaria) que constituyen esta etapa de escolaridad obligatoria.
Las razones de ser de dicho perfil son las siguientes:
1. Definir el tipo de estudiante que se espera formar a lo largo de la educación básica.
2. Ser un referente común, tanto para la definición de los contenidos como para las orientaciones
didácticas que guían el
estudio de las asignaturas.
3. Servir de base para valorar la eficacia del proceso educativo.
El perfil de egreso plantea un conjunto de rasgos que los
estudiantes deberán mostrar al término de la educación básica, como garantía de
que podrán desenvolverse en cualquier ámbito en el que decidan continuar
desarrollándose. Como
resultado de este proceso de formación se fortalecerán todas las áreas del ser
humano al comunicarse de manera eficaz, al argumentar y analizar situaciones
diversas; al buscar y analizar información de diferentes fuentes; al explicar
situaciones que se presenten en el país y en el mundo para tomar decisiones
asertivas; también podrá ejercer los derechos humanos, ser incluyente, auto
valorarse, respetar a los demás y al medio ambiente; utilizar los recursos
tecnológicos a su alcance y reconocer el arte y además expresarse artísticamente.
Alcanzar
los rasgos del perfil de egreso es una tarea compartida entre padres de
familia, maestros, alumnos, autoridades educativas y sociedad en general. La
articulación de la educación Básica se conseguirá en la medida en que todos los
docentes trabajemos para los mismos fines, a partir del conocimiento y de la
comprensión del sentido formativo de cada uno de los niveles.
Articulación
de la Educación Básica.
Dichos rasgos del perfil de egreso son el resultado de
una formación que destaca la necesidad de desarrollar competencias para la
vida, que además de conocimientos y habilidades incluyen actitudes y valores
para enfrentar con éxito diversas tareas.
Competencias
para la vida
Las
competencias movilizan y dirigen todos los componentes –conocimientos,
habilidades, actitudes y valores hacia la consecución de objetivos concretos;
son más que el saber, el saber hacer o el saber ser, porque se manifiestan en
la acción de manera integrada. Las competencias que aquí se presentan deberán
desarrollarse en los tres niveles de educación Básica y a lo largo de la vida,
procurando que se proporcionen oportunidades y experiencias de aprendizaje
significativas para todos los estudiantes.
• Competencias para el aprendizaje permanente. Para su desarrollo
se requiere: habilidad lectora, integrarse a la cultura escrita, comunicarse en
más de una lengua, habilidades digitales y aprender a aprender.
• Competencias para el manejo de la
información.
Su desarrollo requiere: identificar lo que se necesita saber; aprender a
buscar; identificar, evaluar, seleccionar, organizar y sistematizar
información; apropiarse de la información de manera crítica, utilizar y
compartir información con sentido ético.
• Competencias para el manejo de situaciones. Para su desarrollo
se requiere: enfrentar el riesgo, la incertidumbre, plantear y llevar a buen
término procedimientos; administrar el tiempo, propiciar cambios y afrontar los
que se presenten; tomar decisiones y asumir sus consecuencias; manejar el fracaso,
la frustración y la desilusión; actuar con autonomía en el diseño y desarrollo
de proyectos de vida.
• Competencias para la convivencia. Su desarrollo
requiere: empatía, relacionarse armónicamente con otros y la naturaleza; ser
asertivo; trabajar de manera colaborativa; tomar acuerdos y negociar con otros;
crecer con los demás; reconocer y valorar la diversidad social, cultural y
lingüística.
• Competencias para la vida en sociedad. Para su desarrollo
se requiere: decidir y actuar con juicio crítico frente a los valores y las
normas sociales y culturales; pro- ceder a favor de la democracia, la libertad,
la paz, el respeto a la legalidad y a los derechos humanos; participar tomando
en cuenta las implicaciones sociales del uso de la tecnología; combatir la
discriminación y el racismo, y conciencia de per- tenencia a su cultura, a su
país y al mundo.
Las competencias que se proponen en el Plan de Estudios
2011 contribuirán al logro del perfil de egreso y deberán desarrollarse desde
todas las asignaturas, procurando que se proporcionen oportunidades y
experiencias de aprendizaje que sean significativas para todos los alumnos.
Principios pedagógicos que sustentan el Plan de estudios.
Los
principios pedagógicos son condiciones esenciales para la implementación del
currículo, la transformación de la práctica docente, el logro de los
aprendizajes y la mejora de la calidad educativa.
1. Centrar la atención en los
estudiantes y en sus procesos de
aprendizaje.
El centro y el referente fundamental del aprendizaje es el estudiante, de tal
manera que todas las actividades estarán centradas en este y no en la
enseñanza, por eso es necesario comprender cómo aprende el alumno y generar el
espacio y ambiente propicio para lograr un aprendizaje que le sea
significativo. 27
2. Planificar para potenciar el aprendizaje. La planificación implica
organizar actividades de aprendizaje a partir de diferentes formas de trabajo,
como situaciones y secuencias didácticas, proyectos, estudios de caso, entre
otras. Las actividades deben representar desafíos intelectuales para los
estudiantes con el fin de que formulen alternativas de solución.
De tal manera
que, para diseñar actividades de aprendizaje es necesario responder a cuestiones como las siguientes:
• ¿Qué
situaciones resultarán interesantes y desafiantes para que los estudiantes indaguen,
cuestionen, analicen, comprendan y reflexionen?
• ¿Cuál es el nivel de complejidad que se
requiere para la actividad que se planteará y cuáles son los saberes que los
alumnos tienen?
• ¿Qué
aspectos quedarán a cargo de los alumnos y cuáles será necesario explicar para
que puedan avanzar?
• ¿De
qué manera pondrán en práctica la movilización de saberes para lograr los
aprendizajes y qué desempeños los harán evidentes?
3. Generar ambientes de aprendizaje. El ambiente de
aprendizaje es el espacio donde se desarrolla la comunicación y las
interacciones que posibilitan el aprendizaje. En este sentido se entiende como
el medio que el docente utilizará para que el alumno desarrolle los
aprendizajes que se espera ponga en práctica después en su vida cotidiana.
4. Trabajar en colaboración para construir el aprendizaje. El trabajo
colaborativo alude a estudiantes y maestros, y orienta las acciones para el descubrimiento,
la búsqueda de soluciones, coincidencias y diferencias, con el propósito de
construir aprendizajes en colectivo.
• Que
sea inclusivo.
• Que
defina metas comunes.
• Que
favorezca el liderazgo compartido.
• Que
permita el intercambio de recursos.
• Que
desarrolle el sentido de responsabilidad y corresponsabilidad.
• Que
se realice en entornos presenciales y virtuales, en tiempo real y asíncrono.
5. Poner énfasis en el desarrollo de
competencias, el logro de los estándares
curriculares y los aprendizajes esperados. Para ello se debe tener claridad en
cada uno de los conceptos para poder desarrollarlos durante el trabajo docente.
Una competencia es la capacidad de
responder de manera asertiva a diferentes situaciones, e implica un saber hacer
(habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las
consecuencias de ese hacer (valores y actitudes).
Los Estándares Curriculares son
descriptores de logro y definen aquello que los alumnos demostrarán al concluir
un periodo escolar; son equiparables con estándares internacionales y, en
conjunto con los aprendizajes esperados, constituyen referentes para
evaluaciones nacionales e internacionales que sirvan para conocer el avance de
los estudiantes durante su tránsito por la Educación Básica
Los aprendizajes esperados son indicadores
de logro que, en términos de la temporalidad establecida en los programas de
estudio, definen lo que se espera de cada alumno en términos de saber, saber
hacer y saber ser; además, le dan concreción al trabajo docente al hacer
constatable lo que los estudiantes logran, y constituyen un referente para la
planificación y la evaluación en el aula.
1.6. Usar materiales educativos para favorecer el aprendizaje en la sociedad
del siglo XXI.
Se debe favorecer que la comunidad educativa, además de utilizar el libro de
texto, emplee otros materiales para el aprendizaje permanente; algunos de ellos
son: acervos para la Biblioteca escolar y la Biblioteca de aula. Materiales
audiovisuales, multimedia e internet. Objetos de aprendizaje (odas). Son
materiales digitales concebidos para que alumnos y maestros se acerquen a los
contenidos de los programas de estudio de educación Básica, para promover la
interacción y el desarrollo de las habilidades digitales, entre muchos otros.
Los
materiales educativos empleados por el colectivo escolar permiten el disfrute
en el uso del tiempo libre, la creación de redes de aprendizaje y la
integración de comunidades de aprendizaje en que el maestro se concibe como un
mediador para el uso adecuado de los materiales educativos.
7. Evaluar para aprender. El docente es el
encargado de la evaluación de los aprendizajes de los alumnos y quien realiza
el seguimiento, crea oportunidades de aprendizaje y hace modificaciones en su
práctica para que éstos logren los aprendizajes establecidos en el Plan y los
programas de estudio. La evaluación de los aprendizajes es el proceso que permite
obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los
logros de aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación; por tanto, es
parte constitutiva de la enseñanza y del aprendizaje. Los juicios sobre los
aprendizajes logrados durante el proceso de evaluación bus- can que
estudiantes, docentes, madres y padres de familia o tutores, autoridades escolares
y educativas, en sus distintos niveles, tomen decisiones que permitan mejorar
el desempeño de los estudiantes. Tiene un enfoque formativo y para ello se
pueden utilizar diferentes instrumentos como: rúbrica o matriz de verificación,
listas de cotejo o control, registro anecdótico o anecdotario, observación
directa, producciones escritas y gráficas, entre otros.
8. Favorecer la inclusión para atender a la
diversidad.
La educación es un derecho fundamental y una estrategia para ampliar las
oportunidades, instrumentar las relaciones interculturales, reducir las
desigualdades entre grupos sociales, cerrar brechas e impulsar la equidad. Por
lo tanto, al reconocer la diversidad que existe en nuestro país, el sistema
educativo hace efectivo este derecho al ofrecer una educación pertinente e
inclusiva.
Para
ello, se requiere que los docentes desarrollemos empatía hacia las formas
culturales y necesidades de los alumnos que pueden ser distintas a nuestras
concepciones.
9. Incorporar temas de relevancia social. Los temas de
relevancia social se derivan de los retos de una sociedad que cambia constantemente
y requiere que todos sus integrantes actúen con responsabilidad ante el medio
natural y social, la vida y la salud, y la diversidad social, cultural y lingüística.
Por lo cual, en cada uno de los niveles y grados se abordan temas de relevancia
social que forman parte de más de un espacio curricular y contribuyen a la
formación crítica, responsable y participativa de los estudiantes en la
sociedad.
10. Renovar el pacto entre el
estudiante, el docente, la familia y la
escuela.
Desde la perspectiva actual, se requiere renovar el pacto entre los diversos
actores educativos, con el fin de promover normas que regulen la convivencia
diaria, establezcan vínculos entre los derechos y las responsabilidades, y
delimiten el ejercicio del poder y de la autoridad en la escuela con la
participación de la familia.
11. Reorientar el liderazgo. Implica un
compromiso personal y con el grupo, una relación horizontal en la que el
diálogo informado favorezca la toma de decisiones centrada en el aprendizaje de
los alumnos. Se tiene que construir y expresar en prácticas concretas y ámbitos
específicos, para ello se requiere mantener una relación de colegas que, además
de contribuir a la administración eficaz de la organización, produzca cambios
necesarios y útiles.
12. La tutoría y la asesoría académica a la
escuela.
La tutoría se concibe como el conjunto de alternativas de atención
individualizada que parte de un diagnóstico. Sus destinatarios son estudiantes
o docentes. La asesoría es un acompañamiento que se da a los docentes para la
comprensión e implementación de las nuevas propuestas curriculares. Su reto
está en la resignificación de conceptos y prácticas. Tanto la tutoría como la
asesoría suponen un acompañamiento cercano; esto es, concebir a la escuela como
un espacio de aprendizaje y reconocer que el tutor y el asesor también
aprenden.
De tal
manera que, cada institución educativa tiene como responsabilidad “…implementar
procesos pedagógicos y didácticos de calidad, con recursos suficientes, auto-
valoración continua basada en estándares de calidad y talento humano capacitado
para tal propósito (directivos y docentes). (Tobón, 2005:16). En este sentido,
el compromiso es compartido por todos los actores de la sociedad.
Desde mi punto de vista…
Una
reforma implica cambiar, pero no sólo los planes y programas de estudio sino
desde el concepto de educación que se ha venido manejando por mucho tiempo. Por
lo tanto tiene que ver con romper paradigmas, es decir la forma de ver todo el
Sistema Educativo, cambiar los esquemas con los que hemos aprendido para poder
trabajar de manera diferente con los alumnos. Por tal motivo, es indispensable
transformar todo el Sistema, desde la forma de concebir la enseñanza, hasta las
relaciones que se establecen con los padres de familia y la sociedad en
general.
Es
necesario comprender que los resultados de una reforma no se ven a corto plazo,
sino que se ocupan por lo menos veinte años para empezar a ver los efectos en
las generaciones que hoy se están formando con este nuevo esquema. El esquema
basado en competencias busca que los estudiantes sean autónomos, enfrenten
situaciones y puedan resolverlas de la mejor manera, además se busca que sean
críticos y personas responsables de sus actos. Lo que sí se puede afirmar es
que mejorar la calidad de los aprendizajes de los alumnos es responsabilidad de
todos, si cada uno de los actores educativos hacemos lo que nos corresponde, se
podrán lograr todos los objetivos que se han planteado en los planes y
programas de estudio.
Referencias consultadas.
SEP.
Plan de Estudios 2011. Educación Básica. México.
Morín,
Edgar. La trandisciplinariedad manifiesta. Multiversidad Mundo Real Edgar
Morin, A.C. México. 1996.
Tobón, S. (2005).
Formación basada en competencias: Pensamiento complejo, diseño curricular
y didáctica. Segunda edición. Bogotá: ECOE.